Motivación por el ejercicio para mejorar tu salud física y mental
Puede ser fácil tener una lista de excusas cuando se trata de hacer ejercicio. Desde una agenda muy apretada hasta el cansancio o la falta de interés, todos hemos sido culpables de encontrar razones para saltarnos la actividad física.
Es hora de liberarte del ciclo de las excusas y aprovechar los beneficios de la actividad física regular. Tanto si eres un profesional ocupado como si estás jubilado o en algún punto intermedio, existen opciones y estrategias para adaptar el ejercicio a tu vida.
Beneficios cotidianos del ejercicio
El ejercicio es una de las cosas más importantes que puedes hacer para mejorar tu salud integral y bienestar. He aquí seis razones para incorporar el ejercicio a tu rutina diaria:
1. Mejora la salud física
El ejercicio puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes, la presión arterial alta, las enfermedades cardíacas y muchos tipos de cáncer.
2. Mejora la salud mental
La actividad física libera endorfinas, las "hormonas de la felicidad" que pueden reducir el estrés y ayudar a aliviar los síntomas de la ansiedad y la depresión.
3. Mayor fuerza y flexibilidad
El ejercicio regular puede mejorar tu función física general y tu calidad de vida, además de reducir el riesgo de lesiones.
4. Manejo del peso
El ejercicio desempeña un papel crucial en la consecución y el mantenimiento de un peso y una composición corporal saludables. Puede aumentar el metabolismo, es decir, cuántas calorías quemas al día. El ejercicio también puede ayudarte a desarrollar masa muscular, lo que aumenta el número de calorías que quemas cada día.
5. Mejora la función cerebral
La actividad física puede mejorar la salud cerebral mejorando la memoria y la capacidad de pensar con claridad.
6. Conexiones sociales
Participar en actividades de grupo o en clases puede ayudarte a crear vínculos sociales y a ser más responsable con tus metas de ejercicio.
Olvídate de las excusas para hacer ejercicio
Veamos siete excusas habituales para no hacer ejercicio y cómo superarlas.
1. No hay tiempo
El tiempo suele ser la excusa más común para no hacer ejercicio. Pero solo 15 minutos de ejercicio al día han demostrado ser beneficiosos para la salud y la esperanza de vida. Si eres nuevo en el mundo del fitness o hace tiempo que no eres activo, un entrenamiento de 15 minutos puede ser la mejor forma de empezar
Lo ideal es hacer ejercicio entre 30 y 60 minutos al día. Si las limitaciones de tiempo no te permiten hacerlo todo de una vez, divide el ejercicio en varias sesiones de 10 minutos cada una.
2. Demasiado cansado
Sentirte cansado es una preocupación válida. Sin embargo, el ejercicio puede aumentar tu nivel de energía. Incluso una actividad de baja intensidad, como un paseo tranquilo, puede hacer que te sientas con más energía después.
3. Demasiado viejo
La actividad física es beneficiosa para personas de todas las edades y nunca es tarde para empezar. Los beneficios emocionales y físicos hacen que cualquier forma de ejercicio merezca la pena, tengas la edad que tengas.
4. No lo suficientemente en forma
Sentirte fuera de forma es una excusa habitual, pero no es una razón para evitar el ejercicio. Todo viaje de fitness empieza en algún sitio, y lo importante es empezar. Empieza con ejercicios que estén dentro de tu zona de confort y aumenta gradualmente la intensidad a medida que te sientas más cómodo.
5. Sin motivación
La falta de motivación es un obstáculo habitual, pero hay formas de superarlo. Establece objetivos claros y alcanzables, encuentra un compañero de entrenamiento para que te rinda cuentas, o prémiate después de alcanzar un hito en tu forma física. Recuerda que la motivación suele seguir a la acción, así que empieza a moverte. Puede que descubras que tu motivación crece con cada entrenamiento.
6. Demasiado caro
Las membresías en gimnasios y los equipos de entrenamiento de lujo pueden ser costosos, pero, afortunadamente, no son necesarios para mantenerse activo. Hay muchas opciones asequibles, como caminar por tu barrio, un parque o un centro comercial; aprovechar los videos gratuitos de ejercicios en línea; o apuntarte a clases de gimnasia en la comunidad. Decide qué se ajusta mejor a tu presupuesto y ve a por ello.
7. Lo he intentado antes sin éxito
Si has intentado empezar una rutina de ejercicios en el pasado sin éxito, no te rindas. La clave es encontrar actividades que te gusten. No importa si se trata de caminar, bailar, nadar, hacer ejercicios de fuerza, yoga, aeróbic, ciclismo o pickleball. Si es algo con lo que disfrutas y puedes convertirlo en una parte habitual de tu vida, entonces ese es el ejercicio para ti.
Cómo empezar a hacer ejercicio
Para empezar, comienza con objetivos pequeños y alcanzables. No seas demasiado duro contigo mismo si no consigues todo lo que te propones. Recuerda que la constancia es la clave, y que los beneficios del ejercicio se acumulan con el tiempo.
También deberías pedir consejo a tu médico sobre cómo crear una rutina de ejercicios que te proporcione el mayor beneficio y el menor riesgo para tu salud. Debe incluir objetivos realistas para tu salud y estilo de vida actuales, a la vez que seguros y agradables.